miércoles, 13 de agosto de 2008

La suerte de la fea

Pues resulta que a los organizadores de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de China (esos a los que ningún Gobierno que tuviera un poco de vergüenza debió enviar deportistas, dado que está es la primera vez que, rompiendo una regla perfecta, se permite su celebración en un régimen dictatorial, si bien parece imponerse una nueva regla por la que una dictadura, si a la vez es una superpotencia económica, es menos dictadura) … a ver, que pierdo el hilo – es que me enciendo con esto, oye!-, decía que resulta que a los organizadores de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de China les han cogido en una mentira gorda: en un momento de la ceremonia salía una niñita adorable cantando un himno a la madre patria y pocos días después la noticia de que la niña adorable sólo hacía playback mientras entre bambalinas cantaba una niña feucha ya ha dado la vuelta al mundo (hay que ver lo que jode la prensa libre, ¿eh?). Los organizadores han explicado que la niña mona se adecuaba más a la imagen de China que querían mostrar al mundo, imagen que, con este numerito, ahora está por los suelos. Es de suponer que los responsables pagaran por esto con su libertad o con su vida. Una duda me asalta, ¿a la niña feucha la fusilarán ya o esperaran a que crezca?


Es normal, con esos dientes y esa cara, la niña de la izquierda habría supuesto
un desafortunado contraste con la belleza inmarcesible del primer ministro chino...
Míralo, qué bonico, que parece que está pidiendo un Donut.

Al leer la noticia, no creo ser el único que automáticamente se haya acordado de esto:



No hay comentarios: