jueves, 28 de enero de 2010

Volando voy.

Ayer fui con la señorita Doolitle a ver Up In The Air. Tuve que hacerle creer que el prota era Hugh Jackman por que a Clooney no lo traga. Le semana que viene pretendo llevarla a ver Nine, pero por dios que nadie le diga que es un musical. Mi vida es así: pura desazón...
Jasón Reitman hace buenas películas que te invitan a pensar sin adoptar nunca un tono de intelectual plomizo. Sus dos anteriores películas (Gracias Por Fumar y, sobre todo, Juno) son muy recomendables, y Up In The Air, puede que sea aún mejor. Un protagonista perfectamente dibujado se mueve sin descanso por un mundo empresarial global, dedicándose a despedir a los empleados de otros, como un verdugo piadoso. Y le gusta su trabajo, le encanta viajar en avión constantemente. Por que es un tiburón. Y los tiburones se hunden cuando no están en movimiento. Este es el arranque de una historia de amor sin amor, de fría amistad, de firmes principios de barro. Y el Reitman guionista aún tiene tiempo para dar unas pinceladas sobre la cosificación del trabajador, motita prescindible cuando la crisis aprieta. El tiburón Clooney está perfecto en un papel probablemente escrito a medida, e igualmente reseñables son los trabajos de las dos actrices que comparten el peso de la película.

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