domingo, 9 de agosto de 2009

Disciplina Francesa

Después de intentar poner el dvd de Cinema Paradiso que regalaron con El Mundo hace cinco años y descubrir que estaba defectuoso (¡Me las pagarás, PedroJotaCalvorota!), la Señorita Doolitle y yo nos animamos a ver Los Cuatrocientos Golpes... Ya sé, ya sé lo que estás pensando, Desocupado Lector: “Pero, ¿cómo? ¿El pedante este, que se las da de entendido, todavía no había visto Los Cuatrocientos Golpes, una de las grandes obras del cine universal?”. Pues te diré (además de que para pedante tú) que, efectivamente, mis tradicionales reticencias hacia el cine francés habían hecho que hasta la fecha lo más que conociera de Truffaut fuera su participación en Encuentros en la Tercera Fase y (semiolvidadas en un nebulosa infantil) La Noche Americana y una película sobre un niño salvaje que ahora mismo no se cómo se llama.
Bueno, el caso es que la otra noche vimos Los Cuatrocientos Golpes y, aunque aún no tengo claro porqué es una de las obras capitales de la historia del cine, lo que es cierto es que es una muy buena película, hecha con inteligencia y sensibilidad. Bajo una historia sencilla (las vivencias de un niño rebelde, sus problemas en casa y en la escuela) laten cuestiones de hondo calado. Aparentemente de pasada, la película habla de niños tristes que están de más en todas partes, de las estupideces del sistema educativo, de madres que no quieren a sus hijos… Internet está plagado de páginas que hablan de Truffaut y, especialmente, de esta película, así que cualquier cosa que añada sobre sus valores estaría copiada (y, además, recien aprendida).
Una curiosidad que me encanta y que no recuerdo que tenga parangón en la historia del cine: para interpretar al niño protagonista Truffaut eligió a Jean-Pierre Léaud, un chico de trece años que apenas había hecho cine. Y el director debió quedar contento, porque dedicó otras cuatro películas más a contar las andanzas de Antoine Doinel con el mismo actor de protagonista, que va madurando en pantalla al mismo tiempo que su personaje. Esto, junto al hecho de que la historia de Doinel contiene ciertas referencias a la propia vida de Truffaut, hacen muy interesante el visionado completo del ciclo. En las fotos siguientes, Leaud en las cinco películas sobre Doinel : Los Cuatrocientos Golpes(1959), El Amor a los Veinte Años(1962), Besos Robados(1968), Domicilio Conyugal (1970) y El Amor en Fuga(1978).



Por todo lo expuesto, hemos inaugurado el Ciclo Francois Truffaut a celebrar durante las próximas semanas. Bueno, la señorita Doolitle todavía no lo sabe, y no se cómo se lo va a tomar. Es que, sí, Los Cuatrocientos Golpes le gustó mucho pero, claro, al principio, por el título, pensó que era una peli de su adorado Bud Spencer. Yo no me atreví a sacarla de su error y se pasó la primera media hora mascullando “¿pero aquí cuando empiezan a repartir sopapos?"

Una escena simpática de la película: para captar las reacciones naturales de unos niños viendo marionetas Truffaut ocultó la cámara debajo del escenario:







Y una pequeña nota de humor: El profesor de gimnasia saca a la clase a correr por las calles de Paris y…






1 comentario:

Vicky dijo...

Gran película!!!