Tiene un aire tierno y apocado en la mirada y en la voz. Esa ternura está en sus escritos, además están la vindicación del amor, el oprobio del tirano, la nostalgia, la lucha frente al opresor y otras futilidades.
Es autor de novelas intensas y sinceras, como La Tregua y Gracias por el Fuego.
Es autor de cientos de cuentos. Ninguno banal, ninguno escrito porque sí. Rememoro ahora el regalo inesperado de sus Cuentos Completos – un enorme volumen que aún paladeo despacio - por uno de los mejores hombres que conozco en uno de los peores momentos que recuerdo.
Es dramaturgo: Pedro y El Capitán es una cruda denuncia, un grito contra la opresión, un puñetazo repetido en el estomago. Gran Teatro.
Es el poeta de los que no solemos leer poesía.
Es autor de novelas intensas y sinceras, como La Tregua y Gracias por el Fuego.
Es autor de cientos de cuentos. Ninguno banal, ninguno escrito porque sí. Rememoro ahora el regalo inesperado de sus Cuentos Completos – un enorme volumen que aún paladeo despacio - por uno de los mejores hombres que conozco en uno de los peores momentos que recuerdo.
Es dramaturgo: Pedro y El Capitán es una cruda denuncia, un grito contra la opresión, un puñetazo repetido en el estomago. Gran Teatro.
Es el poeta de los que no solemos leer poesía.
Y es el ancianito adorable del que hoy hablan todos, porque todos creen que ha muerto. Y es que no saben (Mario, el tierno enamorado, lo tiene muy claro) que
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte
...emmm, voy a ver que anda haciendo la Señorita Doolittle.
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