viernes, 14 de noviembre de 2008

Cine Negro atípico

Llevo una semana negra… en el buen sentido. Primero encontré en la Feria del Libro el fantástico The Noir Style, que recoge las mejores imágenes del cine negro. Todavía me estoy relamiendo. Y luego, casi sin pretenderlo, he visto dos estupendas películas de ese género. Aunque no lo parecen.

La primera es El Callejón de las Almas Perdidas (¡olé por la inventiva del traductor!), Nightmare Alley, de 1947, cine negro de magos de feria, adivinos y psicoanálisis. Cine Negro sin gangsters y, ahora que caigo, sin un solo tiro. El uso del blanco y negro, de las luces y las sombras, es una maravilla. La historia de un charlatán embaucador habría estado mejor protagonizada por el Kirk Douglas de El Gran Carnaval o el Burt Lancaster de El Fuego y la Palabra, pero reconozco que Tyrone Power está bastante bien. La visión del psicoanálisis es un tanto infantil y el desenlace es absurdo, pero hay que verla.





Y ahora – todo el mundo en pie, por favor – el Gran Bob Mitchum en Yakuza, de 1974: Cine Negro de Samurais (toma ya!). Gran parte de los tópicos del género (el héroe desencantado, el amor imposible, el tiempo perdido, el destino fatal) trasladados al mundo de las bandas del crimen organizado japonés. Dirige Sydney Pollack (por si alguno pensaba que sólo hizo pelis de amor) y Robert Mitchum se pasea por la película con toda su cachaza de actor maduro, contenido y sabio. No consigo encontrar ningún video aceptable de Yakuza así que, ¿sabíais que Mitchum grabó algunos discos? Y no cantaba mal: se puede escuchar en su voz el mismo aparente desinterés con el que actuaba. Escucha, escucha:


Sunny, you smiled at me and really eased the pain ... Me encanta esta canción

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