martes, 13 de abril de 2010

Palabras, palabras, palabras

Algunas cosas que he leído últimamente.


Caín, de José Saramago. Adán y Eva, Cain y Abel, Job, Noe, Abraham y el dios del antiguo testamento son sometidos por el autor a una despiadada sesión de lógica, y, naturalmente, no pasan la prueba. Si eres vocal de la Conferencia Episcopal éste es definitivamente tu libro… (Pausa cómica)… Saramago, que tiene el honor de haber sido denostado por los más rancios y peligrosos sectores políticos de Portugal, que puede tener a gala haber tambaleado con su palabra la torre de marfil en cuya cúspide rumia el papa su atraso de siglos, reincide en su molesta manía de poner el dedo en la llaga. Y cuando se trata de la iglesia católica faltan dedos.


El Equipaje del Rey José, de Pérez Galdós. Undécima entrega de los Episodios Nacionales y primera de la segunda serie. Relata la salida de José Bonaparte del trono y los últimos coletazos de la guerra de la Independencia, que una vez terminada dejó a los españoles con más tiempo para guerrear entre ellos, que es lo que de verdad les gusta. Galdos es novela, quien lo probó lo sabe. Hay un malencarado y alientristecido escritor en activo al que le ha dado por escribir sobre la guerra de la Independencia, Trafalgar y tal. Publica una novela sobre las Cortes de Cádiz y parece que fuera a revolucionar el mundo editorial. Don Benito hace cien años publicó del orden de cuarenta (sin contar las novelas no históricas, los cuentos y el teatro), sin duda mucho mejores. Y lo hizo como si nada, con un humilde encogimiento de hombros.


Si me necesitas llámame, de Raymond Carver. Poeta y cuentista que murió a mediados de los ochenta cuando sólo había publicado cuatro breves libros de cuentos. Pero bastó. Refleja escenas de la vida cotidiana del estadounidense medio. Parece que en sus historias no pasa nada, pero el lector pronto nota que ese no pasar nada de especial, esa grisura, es la clave de sus cuentos. La decepción y el desencanto son su tema principal. Este libro recoge cinco cuentos póstumos prologados con amor por su viuda, tambien poetisa. Sobre cuentos de Carver rodó Robert Altman Vidas Cruzadas, un peliculón que hace años que no veo. ¡Prepárate, Doolittle, que son tres horas!



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