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jueves, 2 de diciembre de 2010

El abrazo de Thomas

En 1972, Thomas, un joven cantante alemán, intentó ingresar en el Conservatorio de Hannover. La normativa del centro impidió que fuera aceptado. La razón que le dieron fue que no podía cursar piano complementario porque físicamente no podía abarcar el teclado del piano. Pero Thomas no se desanimó.

A día de hoy Thomas Quasthoff es uno de los intérpretes más destacados de su generación, estrella de la Deutsche Grammophon y reclamado por teatros de ópera y Festivales de todo el mundo. Para llegar a eso, Thomas dejó de lado la opinión del Conservatorio de Hannover, que lo inadmitió por razones que nada tenían que ver con su voz y comenzó sus estudios con una profesora particular. Al mismo tiempo estudió derecho y trabajó como locutor de radio, cantante de jazz en locales nocturnos y, con el tiempo, profesor de canto.

Los aficionados y entendidos en ópera ( no soy ni lo uno ni lo otro) lo tienen por uno de los referentes actuales del bel canto. Aplauden su trabajo y reclaman su presencia y sus grabaciones. No les importa que los brazos de Thomas no puedan abarcar el teclado de un piano. No les importa que a la madre de Thomas le prescribieran talidomida durante el embarazo y que por eso Thomas, como otros miles de niños de su generación, naciera con una grave malformación física, llegando a la edad adulta con la estatura de un niño y unos bracitos apenas formados, demasiado pequeños para abarcar el teclado de un piano.

Como descanso de su ingente producción operística y puede que añorando sus tiempos de Jazzman, Thomas publicó hace unos años un magnífico disco de standards de jazz bajo el título de Watch what happens y ahora estrena Tell it like it is, en el que versiona éxitos de jazz, soul, blues y rock realzándolos con la maestría de su voz. Reinterpreta a Tina Turner (I can’t stand the rain), iguala ( y puede que mejore) la intensidad dramática de B.B. King en Send me someone to love, se ríe del mundo versionando el polémico Short people (gente bajita) de Randy Newman y añade una más a la ya larga lista de grandes versiones de Georgia on my mind. Un disco para comprar.

Y este hombre no pudo acceder al conservatorio porque sus bracitos no podían abarcar el teclado de un piano. De nada valía que su voz tuviera la fuerza de mil brazos y la caricia de las manos más suaves. Una ciega decisión de un tribunal de mentes cortitas, discapacitadas para apreciar el talento de este tío tan grande.

viernes, 22 de octubre de 2010

Clase

El programa de Wyoming te puede gustar más o menos, pero este video merece la pena ser visto, porque recoge varias de las intolerables reacciones que varios energúmenos enfundados en Armani han vomitado en las últimas horas con motivo del nombramiento de nuevos ministros. En el video están a partir del minuto cuatro. Lo que hay antes son las alabanzas y críticas de rigor. Pero a partir del minuto cuatro comienza la vergonzosa descalificación de mujeres por el mero hecho de ser mujeres. No vamos a aprender nunca. Esto no es una cuestión política, ni de izquierda o derecha, esto repugna al más mínimo sentido del decoro. Las declaraciones se comentan ellas solitas:




Y desde anoche no se me quita esta canción de la cabeza:

jueves, 25 de marzo de 2010

25 de marzo

Esta canción me tararea por las venas desde hace años. Cinco concretamente.

viernes, 26 de febrero de 2010

Dando la nota

¡Maldita sea! ¡A mi nunca me pasan estas cosas!

miércoles, 27 de enero de 2010

Supera eso.

No quisiera estar en el pellejo del productor de la próxima ceremonia de entrega de los Premios Tony´s, los premios teatrales de EE.UU. Lo digo porque, concebido como espectáculo televisivo, la emisión de cada año debe superar a la anterior. Y a ver cómo se supera un número de apertura en el que sólo en once minutos, cruzando números y mezclando canciones de los distintos espectáculos, actúan Elton John, Stockard Channing, Dolly Parton, Allyson Janney, Liza Minnelly, y los repartos y cuerpos de baile de West Side Story, Guys and Dolls, Rock og Ages, Shrek y Hair, terminando estos últimos cantando “Let the Sunshine” al que se unen todos los anteriores y buena parte del público. Todo el teatro musical de Broadway condensado en un solo número. En total, varios cientos de artistas entrando y saliendo sin ningún error (o casi). Merece la pena verlo entero (está en dos partes). A mi me parece una verdadera maravilla y “Let the Sunshine” siempre me pone de buen humor.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Los Escarabajos

Los medios de comunicación llevan días metiéndonos a los Beatles hasta en la sopa por los cuarenta años que ahora se cumplen desde su separación. Dejando de lado la irritante obsesión de los periodistas y las discográficas por las efemérides, nunca es mal momento para celebrar la grandeza de estos bichos.

Dejo aquí, para quien lo quiera coger, un estupendo disco del 2003 de versiones jazzísticas de los Beatles a cargo de la cantante Connie Evingson

http://www.mediafire.com/?g1qbm4moyjz

Siempre que se habla de los Beatles, parece que lo único importante hubiera sido el tandem Lennon/McArtney, olvidando las composiciones de George Harrison por el que siento una especial simpatía (“empatía con el segundón” podríamos llamar a esto). Suyas son, entre otras muchas “While My Guitar Gently Weeps”, “Something” o esta otra, que suena siempre que la Señorita Doolitle llega a casa:

viernes, 21 de agosto de 2009

La lluvia en Eslovenia es una pura maravilla

Doña Régula, Gobernadora de Cenestown, honra mi correo electrónico con curiosidades como esta: Perpetuum Jazzile es un coro esloveno emparentado con el Jazz y la Bossa Nova que se está haciendo famoso por extravagancias maravillosas como la de este video. Recomiendo subir los altavoces y no mirar a la pantalla durante los dos primeros minutos ... bueno, mira de vez en cuando.

domingo, 21 de junio de 2009

Un pequeño homenaje

Con pocos días de diferencia han muerto dos Ingenios que, aunque vejetes, seguían dando mucha guerra.
El actor Fernando Delgado es una de las caras más reconocibles del añorado Estudio 1 (ese programa de adaptaciones teatrales que fue un éxito durante décadas y que televisión española se resiste a reponer aunque sea en horario de madrugada por temor a que al público vaya a gustarle ¡y a ver entonces qué hacen con tanto futbol!). Y era también un teatrero hijo y nieto de teatreros que, parecía inevitable, fue también padre de teatreros. El cine no lo quiso demasiado (o a lo mejor fue al revés, no lo sé) aunque se le puede recordar por ser probablemente lo único destacable de la catastrófica Ninnette de Garci.
Un admirador sensible (y con un envidiable manejo del youtube y la edición de video) apenas tardó horas desde el fallecimiento en colgar este pequeño homenaje:





Al otro lado del charco, el saxofonista y arreglista Sam Butera ha dejado de soplar. Aunque destacó tambien en solitario, se le conoce principalmente por ser el motor de la orquesta que acompañó en sus mejores momentos a Louis Prima. El potente sonido del saxo de Butera y el estilo del extraño (y en ocasiones irritante) trío cómico-musical que formaba junto a Prima y Keelly Smith quedan muy bien reflejados en este video:






Como arreglista, son suyos entre otros los arreglos de la archiconocida Just a Gigolo, que hace que al viejo Bobby le vuelen los pies:


sábado, 9 de mayo de 2009

Al final del camino de baldosas amarillas

La semana pasada estuve leyendo la biografía de Judy Garland… Sí, soy un friky, naturalmente. Después de ciento y pico entradas en este blog no sé de qué te extrañas.

Judy Garland parece ser el resultado de una voz prodigiosa, un talento nada desdeñable para la interpretación, una madre controladora y obsesiva, unos cuantos maridos preocupados por hacer sonar la caja registradora, un jefe explotador desde los primeros años de su adolescencia (L. B. Mayer, el que va detrás de Metro y de Goldwin), y mil y un complejos alimentados por toda esa gente encantadora antes mencionada.

La madre de la criatura trajo al mundo cuatro niñas a las que se empeñó en destrozar la infancia obligándolas a actuar en el music-hall. Las tres mayores, cuando tuvieron edad suficiente, mandaron a su madre a donde hay que mandar a este tipo de madres. Pero la más pequeña y vulnerable siguió los deseos y órdenes de su madre, sacrificando su niñez cantando y bailando en teatruchos de mala muerte, hasta que cayó en las fauces del león de la Metro, el ya mencionado L. B. Mayer. De entre las varias historias terroríficas que de esa primera época recoge el libro baste mencionar la costumbre de tener a los niños actores trabajando jornadas interrumpidas de ocho o más horas, llevarlos luego a la enfermería del estudio para provocarles el sueño con narcóticos el tiempo necesario para preparar el plató para la siguiente toma y despertarlos con estimulantes cuando ya estaba todo listo para seguir rodando. Si además, como era el caso de Judy, la estrella estaba un poco rellenita, a las pastillas narcóticas y estimulantes había que unir las adelgazantes. Además, su queridísima mamá tenía la pedagógica manía de comparar a su hija bajita y rellenita con otras adolescentes del estudio que estaban floreciendo maravillosamente (pongamos Lana Turner o Ava Gardner), lo que hacía crecer la inseguridad de la pobre chica, sus miedos y angustias. Pero no era nada que un buen bote de antidepresivos no pudiera solucionar.

De esa felicísima infancia surgió una mujer insegura, inestable, con una salud quebradiza, pasto del insomnio y de desordenes alimenticios que la hacían pasar de la obesidad a un estado esquelético y vuelta a empezar. Precisamente esa salud y ese carácter de cristal la convertían en una mala inversión para los estudios de cine, que le dieron la espalda antes de los treinta años, salvo contadas apariciones posteriores. Y de la época en que estaba semirretirada del cine son sus mejores interpretaciones: Ha nacido una Estrella (con James Mason nadie podía actuar mal) y sus cinco sobrecogedores minutos en Vencedores o Vencidos.

Denostada por los estudios de cine, empezó una carrera de cantante con discos millonarios y giras por todo el planeta, generando una fortuna que fueron devorando sus agentes y maridos, que se ocupaban de tenerla bien provista de las decenas de pastillas que iba necesitando a lo largo del día. Podía levantarse de la cama de un hospital para dar un concierto y volver a postrarse sin dar tiempo a cambiar las sábanas. Un desastre, una piltrafa humana era traída y llevada de un continente a otro y puesta delante del micrófono. Y así hasta que murió, ancianísima, a los cuarenta y siete años.

Pero el público nunca notó nada, porque Judy en escena se transformaba, y el pajarillo mojado sacaba este torrente de voz:

sábado, 28 de marzo de 2009

"If Music be the Food of Love, Play on."

A ver, pensemos un momento: ¿qué pasaría si, con ayuda de la técnica, músicos de todo el mundo, cada uno desde su país, se pusieran a cantar a la vez canciones que hablen de unión, hermandad y ayuda mutua? Pues nada. Eso es lo que pasaría: Nada. Pero el resultado es hermoso. Y el esfuerzo encomiable. Esto forma parte del documental “Playing for a Change”, un movimiento artístico que tiene el romántico propósito de abrir los legañosos ojos de los poderes mundiales. Si al ver estos videos no te recorre un escalofrío la espalda, es que eres George W. Bush, y, en ese caso, ¡¡aparta tus sucias manos de mi blog!!

STAND BY ME


ONE LOVE, DE BOB MARLEY


DON´T WORRY

jueves, 26 de febrero de 2009

Sombrero de Copa, Corbata Blanca y Frac

Probablemente lo mejor de la noche de los Oscars fue el magnífico trabajo de Hugh Jackman como presentador. Dejo aquí un gran número con el que recordaron los musicales más famosos de los últimos setenta años. Jackman está perfecto. No así Beyoncé, cuyos gorgoritos de pseudo Rhytm'n Blues son totalmente inapropiados para este tipo de música. Tentado estoy, no obstante, de compensar mi crítica elogiando las sicalípticas redondeces de la cantante, pero me consta que la Srita. Doolitle sigue este blog y temo por la integridad de mi tierno colodrillo.



Puede que a algunos lectores (frikis y/o mayores de sesenta años) les suene la canción con que empieza el número: Top Hat, White Tie and Tails. Es de Irving Berlin y la hizo famosa el chico del video de aquí abajo:

viernes, 2 de enero de 2009

Asombroso

No tengo otra palabra para describir lo que hace esta niña. En este video aún no tiene catorce años y solo puede calificarse como asombrosa su capacidad para imitar las inflexiones, el scat y el control vocal de Ella Fitgerald. Se llama Nikki Yanofsky y te deja con la boca abierta:

Veo a esta niña, que desprecia las Barbies para jugar con Ralph Shearing y Duke Ellington, y mi reloj biológico se dispara.

De este concierto, todo con clásicos de Ella Fitzgerald, han editado el cd Ella … Of Thee I Swing, que podéis descargar desde aquí:
http://www.divshare.com/download/6146770-e33

Habrá que seguir la pista a esta niña pasra ver si se convierte en una gran cantante de jazz con su propio estilo (ahora no es reprochable que no lo tenga) antes de que sus padres se den cuenta de que el pop deja mucho más dinero.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Merry Christmas: The War is Over

Lectura de la carta del apostol San John a Los Idiotas: “Feliz Navidad, Idiotas: La guerra se acaba en cuanto querais”

lunes, 24 de noviembre de 2008

The Night was like a lovely tune

Con la inestimable compañía de Lord y Lady Churringham, anoche asistimos a la clausura del Festival de Jazz, a cargo del inimitable Kurt Elling y la Big Band de Granada. Con una voz hecha de extraños metales, Elling, elegante y generoso en escena, dedicó la primera parte del concierto a su propio repertorio, comenzando con su prodigiosa versión de My Foolish Heart. En las siguientes canciones, y espléndidamente acompañado por su trío, dejó una buena muestra del espléndido y desconcertante instrumento que tiene bajo la corbata y de su dominio del scat, éste último de difícil digestión para los no iniciados (de hecho, Lady Churringham pidió varias veces una muerte piadosa … o una cerveza, lo primero que llegara).

Y en la segunda parte llegó la sorpresa: el innovador Elling se disfrazó de crooner clásico para jugar a ser Sinatra arropado por los viejos arreglos de Quincy Jones y Nelson Riddle honrosamente reproducidos por la Granada Bing Band. Disfrutó con las viejas canciones de Sinatra, que ejecutó en ocasiones ciñéndose a los cánones clásicos y en ocasiones deslizándose suavemente a su estilo propio (como el estimulante coctel que resultó ser su versión de Fly me to the moon) y nos transmitió su entusiasmo. Un concierto magnífico de un artista que sabe perfectamente lo que se trae entre manos. Anoche, Sinatra y Count Basie chocaron sus Jack Daniels a la salud del Sr. Elling desde el bar adonde van los buenos jazzmen cuando mueren.

Aquí teneis al Sr. Elling echándose una coplilla con Al Jarreau: el clásico Take Five de Dave Brubeck. Qué bien se lo pasan:

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Jurassic Park

Dos discos fantásticos de dos cantantes que siguen en activo (pese a que actuaron en la fiesta de inauguración de las Termas de Caracalla)

KAY STARR WITH THE COUNT BASIE ORCHESTRA - HOW ABOUT THIS? (1969), una voz con toques de Dinah Washington y Edith Piaf acompañada de una de las mejores bandas del genero.
http://rapidshare.com/files/115528266/KAY_STARR_WITH_THE_COUNT_BASIE_ORCHESTRA__DICK_HYMAN_.zip.html

TONY BENNETT SINGS HIS ALL-TIME HALL OF FAME HITS (1970), el disco es bastante mejor que la portada (¿la gorra se la han tirado desde el piso de arriba?). Los grandes exitos del cantante favorito de Sinatra, vueltos a grabar en 1970. Un disco para iniciarse.


http://rapidshare.com/files/101131452/TB-HisAllTimeHallOfFameHits.rar





El Señor Benedetto anda ahora por los 82 años y, francamente, el chaval promete:

martes, 2 de septiembre de 2008

"If music be the food of love..."

De la pequeña y tierna película Once, una canción con un Oscar:

viernes, 22 de agosto de 2008

Tierna chatarra

Él solo quería tomarla de la mano. Qué cosa mas linda...

sábado, 2 de agosto de 2008

Mr. Sammy Bojangles, Jr.

Este tipo me parece absolutamente maravilloso y esta canción siempre me emociona. Sammy Davis dijo una vez que esta canción era él, o mejor, lo que él podría haber sido si la suerte no le hubiera sonreído. El video es la prueba de que, aún viejo y probablemente ya enfermo de cancer, pocos como él han sabido cantar con todo el cuerpo.

Aquí tenéis la letra traducida

Conocí a un hombre, Bojangles, que bailaba para vosotros,con zapatos desgastados.Tenía el pelo plateado, una camisa andrajosa y pantalones holgados,Bailaba el viejo “soft shoe”.Saltaba muy alto, muy alto,y luego suavemente se posaba.
Mr. Bojangles, Mr. Bojangles,Mr. Bojangles, baile.
Lo encontré en una celda en Nueva Orleans,yo era pobre.Me miró con ojos envejecidos y habló sin rodeos.Habló de la vida, habló de la vida,se reía y daba palmadas a ritmo en su pierna.
Dijo su nombre, Bojangles, bailó a través de la celda.Agarró sus pantalones, se colocó adecuadamente y saltó muy alto,juntó ambos talones,se echó a reir, se echó a reir,sacudiendo su ropa alrededor.
Mr. Bojangles, Mr. Bojangles,Mr. Bojangles, baile.
Bailó en espectáculos callejeros y verbenas viajando por todo el sur.Habló con lágrimas, de los quince años que habían pasado viajando él y su perro.Su perro había muerto, había muerto,Después de veinte años todavía llora su pena.
Dijo: “Ahora bailo siempre que puedo en ‘honky tonks’ por un trago y una propina.Pero la mayor parte del tiempo me lo paso detrás de estas distinguidas barrasporque bebo un poco”.Sacudió su cabeza y cuando sacudió su cabeza, escuché que alguien le pedía por favor
Mr. Bojangles, Mr. Bojangles,Mr. Bojangles, baile.

sábado, 26 de julio de 2008

Breakfast in Atarfe

Dejando un momento de lado sus graves ocupaciones como administrador del Ducado de Churringham, el primogénito de los Condes de Armillshire me dispensó el regalo de su compañía en el inolvidable concierto que dio anoche en el Coliseo de Atarfe el gran Roger Hogdson, que fue en su día el cincuenta por ciento de Supertramp (¿o fue el sesenta?)Si no te gusta Supertramp o si - ¡oh desgraciado joven! - nunca has oído hablar de Supertramp, lo que viene a continuación no te dirá nada.

Ante una audiencia con una media de edad de cuarenta años el Sr. Hodgson, de cincuenta y ocho, volvió a cantar, con la misma voz de hace tres décadas, con la misma sonrisa humilde, canciones que ya no recordaba que fueran tan mías. Prácticamente sólo en el escenario, pasando de un instrumento a otro, sonó más a Supertramp que el propio Supertramp al que pudimos ver por aquí hace unos años.

Cuando era demasiado joven para interesarme por la música adulta, los discos de Supertramp – con su cara A y su cara B, con el sonido rasgueante de la aguja antes de cada canción – fueron la melodía con la que bailaron mis muñecos de niño. Parece lógico que pocos años después fuera yo quien pusiera esos discos, autorizado por mis hermanos al verme ya capaz de oficiar aquella ceremonia, que ahora parece tan lejana, de poner discos de vinilo. La música de Supertramp está asociada a toda mi adolescencia, escuchada de la forma obsesiva que teníamos de aferrarnos a la escasa música de que disponíamos aquellos muchachos anteriores al mp3. Con los años, mis gustos musicales han evolucionado en otras direcciones, pero sigo recordando cada acorde, cada inflexión de voz, aunque pase años sin poner sus discos … bueno, ahora tengo los cd’s , inevitablemente.

No me engaño: seguramente Supertramp no es tan bueno como me dice el recuerdo, seguramente no soy objetivo. Pero es el sonido de, al menos, los primeros veinte años de mi vida, el sonido de los veinte primeros años de mi amistad con dos de los mejores hombres que he conocido, dos hombres que un día me consideraron suficientemente mayor como para poner sus discos de vinilo.

Ufff! ¡Esta falta de pudor está fuera de lugar! Pondré un video mientras recupero la compostura

miércoles, 25 de junio de 2008

¡Que entren los payasos!

Esta canción, del musical A Little Night Music, trata de una mujer de cierta edad que, tras reencontrarse con un antiguo amor al que en su día rechazó, descubre que ahora es ella la rechazada. La jugada le ha salido mal, el “número” no ha gustado al público y ella lo asume con ironía. Así que - como en el circo cuando se cae el trapecista – que salgan los los payasos.
No sé para que cuento todo esto: está todo escrito en el gesto preciso de Glenn Close. Se Puede cantar mejor, no hay duda, pero intenta igualar esto con lecciones de canto: