martes, 25 de mayo de 2010

Jomsínema

Un Tipo Serio

Como si de un personaje del antiguo testamento se tratara, a Larry Gopnik, un pacífico judio de mediana edad, le caen encima una a una todas las maldiciones posibles en forma de sutiles desgracias. Los Hermanos Cohen, especialistas en reirse de todo lo que se mueve, meten en la casa de los espejos al judio norteamericano medio, sus tradiciones y sus miedos, y el resultado es un humor dificil que sólo gusta a los muy partidarios, como un servidor. Espléndida la interpretación del para mi desconocido Michael Stuhlbarg.


No es tan Fácil

Últimamente Meryl Streep acumula unas cuantas películas que sin Meryl Streep no merecerían la pena. El Diablo viste de Prada, Julia & Julie y No es tan Facil son películas recomendables casi exclusivamente por ver cómo esta mujer extrae agua de las piedras. En No es tan fácil hay que reconocer tambien el trabajo de Alec Baldwin (al que algún malvado llama "el hombre que se comió a Alec Baldwin"), un actor que en la madurez ha destapado una magnífica vis cómica. Para más detalles recomiendo encarecidamente la serie Rockefeller Center



As You Like It (Como gusteis)

Todos los genios pinchamos en hueso alguna vez, y es que es recomendable mostrar cierta flaqueza para no ser devorado por los simples mortales. Kenneth Branagh desempolva un Shakespeare dificil y convence a un puñado de estupendos actores (todos, los famosos y los desconocidos) para enrolarse en su pequeña locura. Ya antes ha desubicado a Shakespeare (Mucho Ruido y Hamlet se adelantan varios siglos y se pasan a Italia la primera y a unos paisajes menos ásperos que Elsinor la segunda, Trabajos de Amor Perdidos se convirtió en un musical con canciones de Fred Astaire!!), pero, en mi opinión, el resultado, siempre fue satisfactorio. Esta vez no. Localizar la acción en el oriente colonial, con luchadores de sumo y kimonos, resulta extraño y distanciador. Lo que en Mucho Ruido era encantador y gozoso aquí se hace pesado.Pero a lo mejor es que simplemente el texto original no es tan bueno.


El Erizo

Basada en un bestseller francés, es una película agradable sobre las relación de una niña (que al principio cae gorda, aviso) con la espinosa portera del edificio y un plácido vecino japones. Pese al maldito Deux ex Maquina con el que se resuelve todo, merece la pena verse.



Radio encubierta

Cinemadreamer y el Vizconde de Valmont me señalan con el dedo y se burlan de mi cada vez que se acuerdan de que tengo a Love Actually por una buena película. De los mismos responsables es Radio Encubierta. Una divertidísima recreación de la vida en una emisora pirata de Rock'n Roll en la Inglaterra de los setenta, que emitía desde alta mar para desesperación de las puritanas autoridades. Muy buenos actores: Philliph Seymour Hoffman, Emma Thomson y Kenneth Branagh - juntos pero no revueltos - , el siempre magnífico Billy Nighy...

Harold & Maude

Con la Señorita Doolitle nunca se sabe: Lo pasa mejor en el dentista que viendo El Padrino, pero luego se ve las seis temporadas de Los Soprano sin pestañear. Es desconcertante. Así que cuando empezamos a ver Harold y Maude (de la que lo único que yo sabía es que era una película extraña y minoritaria) preví que sería una de esas veladas de cine en las que a los veinte minutos mi señora me dice "sigue tú" y se afana con su encaje de bolillos. Pero no. Harold y Maude resultó ser una película extraña y minoritaria, sí, pero también un cuento delicioso sobre los límites del amor, las ganas de vivir y la libertad de ser todo lo extravagante que te apetezca. Actúa Ruth Gordon, que tras años de guionista con su marido Garson Kanin, despuntó como actriz ya de anciana en la Semilla del Diablo y como la adorable jovencita octogenaria Maude. Y la Señorita Doolitle se pasó una semana cantando esta canción de Cat Stevens:










martes, 18 de mayo de 2010

La Reina Virgen

La otra noche la Señorita Doolitle y un servidor vimos en el teatro Alhambra La reina de belleza de Leenane, de Martin McDonagh. La pieza es exponente, según explica el programa, del llamado “Teatro de la Crueldad”, corriente que no tenia yo el gusto de conocer y que encantado de conocerla, oiga. La antigua Reina de la Belleza de un perdido pueblo irlandes se aja junto a una madre diabólica y absorbente cuando un posible amor se cruza en su camino. Un texto duro, brutal a veces, sobre relaciones familiares de pesadilla, oportunidades perdidas y pozos de los que es imposible salir. Y eso que leo en internet que este es uno de los textos más suaves del autor (que es por cierto el director de la estupenda película Escondidos en Brujas). El texto es bueno, muy bueno. Consigue meter al público en situación, y allí nos tienes a todos, como niños viendo chacolines, queriendo avisar a la heroína de la inminencia de la tragedia.
El montaje es de la Compañía de Gloria López, la misma compañía que trajo hace unos años un digno montaje de El Pelo de la Dehesa. A esta Reina de la Belleza se le perdona fácilmente la excesiva modestia de la escenografía por el notable esfuerzo en la interpretación. Quizá hay momentos en que el texto es más grande que los actores que lo interpretan, pero estos pelean sin descanso para estar a la altura, y prefiero ver a un actor modesto dejándose la piel que a un genio desganado limitándose a tirar el texto en provincias.

Algo que no me gustó - y que tiene fácil arreglo - es el acento andaluz (sevillano concretamente) que imprimen a los personajes en determinados momentos. Supongo que trata de transmitir la idea de que son personajes de habla popular, pero resulta extraño, distanciador, oir a los habitantes de un deprimido pueblecito irlandés hablar con acento de Dos Hermanas. De ser válido este mecanismo, podrían sonar con acento gallego o vasco o de donde procediera la compañía que monte la obra. No. Lo siento, pero no. Al margen de eso – que a lo mejor es una tontería mía – es un espectáculo digno de verse, montado por una compañía con mucho coraje.

viernes, 14 de mayo de 2010

Estupor

Lo estan celebrando, seguro. Todos ellos. Casi puedo sentir su escalofriante alegría. Fascistas sin toga y fascistas togados bailan alrededor de la hoguera en la que se inmola el sentido común. Terroríficos preservadores de un pasado vergonzante hacen el paso de la oca con el brazo en alto y la mejor de sus sonrisas. Políticos oportunistas, trémulos de secreto gozo, se desgañitarán proclamando su respeto a las decisiones judiciales que no perjudiquen a su partido. Videla, la ocasión lo merece, se fuma un purito recostado en su cómoda prisión. Franco y Pinochet, en uno de los círculos del infierno, se besan a la rusa y risitas de complicidad se escapan de su beso de labios podridos.
Y la Justicia se sienta desolada al borde del camino.

jueves, 13 de mayo de 2010

jueves, 6 de mayo de 2010

Atrapando el Instante (10)

Roddy Mcdowall,
dejándose melena.

González, Alexandre, Fernan-Gomez y Lopez Vazquez,
juntando talento.

Nat y Frank,
Ring-a-ding-dingueando.




Billy Wilder,
contando un chiste verde a Dean Martin



Peter Lorre,
engatusando.




James Cagney,
probando que puede interpretar a Píramo, o a Tisbe, o lo que le echen.
Steve Mcqueen,
llenando un sombrero de lluvia
(dedicado a mi estrepitosa sobrina Cecily)